Escrito por: Unknown
24/6/17
*suspiro*
Esto será difícil.
Es la única frase que rondaba por mi cabeza, no tenía idea de que hacer, realmente quería salir huyendo, pero sabía que era imposible, no con esta situación.
La multitud de lobos lunares, cercana al millar, venían en estampida.
Pero aun con ello, mi cuerpo parecía decirme que estaba bien, mi cuerpo parecía acostumbrado a este tipo de batallas.
¿Qué tipo de vida había llevado hasta ahora?
No tengo idea, nada aparece en mi mente cuando pienso en ello, como si nunca hubiera tenido recuerdos de antes.
Lo poco que recuerdo es desde que entré en el bosque del reino perdido.
Como si todo antes de ello nunca hubiera existido.
Todo lo que poseo actualmente es conocimiento.
Palabras, habilidades, técnicas e información variada.
No recuerdo mi vida, las personas, las ciudades, los paisajes, nada.
Es como si todo lo que supiera lo hubieran simplemente metido con palabras a mi cerebro.
Pero en este momento eso no importa, lo único que importa es lo que está frente a mí.
Aquella jauría de lobos plateados que se precipitaba a toda potencia.
Mi espada estaba lista, mi escudo estaba listo.
Mi mente estaba en calma, podía ver sus movimientos de manera clara, todo estaba a un ritmo que podía ver.
Mi cuerpo se movía solo.
Yo no sabía qué hacer, mi cuerpo sí.
-Listo o no, ya están aquí.
-Lo sé.
Una garra se precipitaba hacia mi cuello desde el frente, una mordida desde el frente occidental, otros más parecían pelearse por ser el primero desde la parte oriental.
Todos estaban a un ritmo que parecía estar preparado para mí.
Coloqué la espada hacia mi frente, desviando completamente el ataque.
Subí el escudo situado en mi mano izquierda, repelí el mordisco.
El oriente parecía seguro por ahora.
Ataques de todos lados se aproximaban, cada vez más ataques aparecían, como si se turnaran para atacar.
Moví mi espada con un movimiento horizontal para despejar un poco mi frente, varios lobos erguidos empezaron a verter sangre en el suelo.
Pero eso no hizo más que empeorar todo.
Estaban en frenesí, el olor de la sangre despertó aún más sus instintos.
*AULLIDO**AULLIDO**AULLIDO**AULLIDO**AULLIDO**AULLIDO**AULLIDO*
Aullidos ensordecedores sonaron por todo el sitio, uno detrás de otro.
En este momento fue cuando me di cuenta de algo importante.
Ellos estaban matando a los que habían sido heridos.
Ellos sin compasión rasgaron cada pedazo de sus cuerpos hasta solo dejar un manchón de sangre en el suelo.
No había camaradería.
Solo había un fuerte instinto de aniquilación.
Habían dejado de pensar.
-¡¡REGOCIJATE HUMANO!! ¡¡ADMIRA NUESTRO MAGNIFICO RITUAL DE SANGRE!!
El lobo lunar que había hablado al inicio volvió a hablar, pero solo me dejaba un mal sabor de boca esa información.
Ritual de sangre.
Solo era una carnicería sin sentido.
No había nada magnifico en ello, solo matanza sin nada más.
Los lobos volvieron a mirarme, esos ojos desprovistos de razonamiento me decían que solo querían ver mi sangre.
De la multitud solo 10 lobos corrieron sin pensar mucho las cosas.
2 garras desde el frente, 2 desde la izquierda, 4 desde la derecha, 2 desde arriba.
Baje mi espada hasta tocar el suelo con la punta, preparé mi escudo para recibir el impacto de la izquierda.
Ataqué hacia enfrente hiriendo a los lobos, pero estos no retrocedieron.
Uno de ellos se clavó completamente en la espada, sangre corría a borbotones, al lobo no parecía importarle hasta que su cuerpo dejó de poner fuerza para caer completamente de rodillas.
Mi espada estaba atorada.
Poco después sentí el impacto de la izquierda pero esta vez el impacto fue superior a lo que esperaba, mi mano se entumeció obligándome a bajar un poco el escudo.
Con mi pie izquierdo empuje el cuerpo de aquel lobo frente a mí, pero eso fue un error.
El lobo no había muerto, con gran fuerza sostuvo mi pie y me jaló.
Caí de espaldas, el tiempo fluía más lento a mi ojos, podía ver todo más claramente pero mi cuerpo estaba estático.
Muévete. Muévete. Muévete. Muévete. Muévete. Muévete. Muévete. Muévete-le gritaba a mi cuerpo inerte.
Mi desesperación iba a mayor cuando vi como poco a poco la luz lunar se hacía cada vez más tenue.
Lentamente mi visión se llenaba de lobos lunares rodeándome mientras tienen una cara de éxtasis completo.
La imagen del lobo siendo desgarrado por sus compañeros inundaba mi cabeza, esta vez sería el fin de mi vida.
Sin escapatoria.
Mis 4 miembros estaban fijamente sujetos por el lobo ensangrentado pero el también sería una víctima aquí, aun así parecía estar feliz.
-¡Woah! ¡Eso se ve peligroso!
En el silencio de la noche donde solo nos encontrábamos los lobos y yo hubo una voz extra.
-Tiene tiempo que no veo lobos lunares.
Esa voz sonaba extrañamente familiar, casi como si fuera alguien que he visto hace poco.
-Hey inútil humano ¿Necesitas ayuda?
Claro que lo necesito, pero no puedo hablar, hay una sensación extraña en mi cuerpo, casi como si estuviera paralizado.
-Aparte de inútil eres orgulloso, ya veo porque pensaba que eras un inútil humano.
El tiempo pasaba pero lo lobos seguían quietos, mirando hacia la dirección donde venía la voz.
Estaban en guardia, como si la persona que me hablaba fuera alguien de quien tener cuidado.
*RISA ESTRUENDOSA*
-¡Ya veo! ¡Eres tú! ¡Eres tú la razón por la cual mis camaradas se han detenido!
La vos del líder sonaba por todo el sitio, una voz tan clara y tan fuerte que podría decirse es casi un talento.
-¡Guardiana del bosque sal de aquí y te perdonaremos la vida! ¡No te metas en medio de nuestro ritual de sangre!
-Ritual de sangre o lo que sea, para mi es solo la misma mierda, algo que no me interesa, pero estas tocando mi comida, es algo a lo que no le puedo hacer la vista gorda.
-¡Estúpida! ¡Te arrepentirás de no escuchar mis palabras!
-Lo mismo podría decir.
-¡Hey humano! ¡Los lobos lunares son conocidos por ser sanguinarios, pero también por ser tercos! ¡Si quieres salir de esta tendrás que alimentarme tres veces al día! ¡La cosa es que ahora no te lo estoy preguntando, es algo que tendrás que hacer!
De esa forma empezó aquella batalla que jamás olvidaré, aunque más que batalla fue una danza.
Una danza bajo la luz lunar.
Esto será difícil.
Es la única frase que rondaba por mi cabeza, no tenía idea de que hacer, realmente quería salir huyendo, pero sabía que era imposible, no con esta situación.
La multitud de lobos lunares, cercana al millar, venían en estampida.
Pero aun con ello, mi cuerpo parecía decirme que estaba bien, mi cuerpo parecía acostumbrado a este tipo de batallas.
¿Qué tipo de vida había llevado hasta ahora?
No tengo idea, nada aparece en mi mente cuando pienso en ello, como si nunca hubiera tenido recuerdos de antes.
Lo poco que recuerdo es desde que entré en el bosque del reino perdido.
Como si todo antes de ello nunca hubiera existido.
Todo lo que poseo actualmente es conocimiento.
Palabras, habilidades, técnicas e información variada.
No recuerdo mi vida, las personas, las ciudades, los paisajes, nada.
Es como si todo lo que supiera lo hubieran simplemente metido con palabras a mi cerebro.
Pero en este momento eso no importa, lo único que importa es lo que está frente a mí.
Aquella jauría de lobos plateados que se precipitaba a toda potencia.
Mi espada estaba lista, mi escudo estaba listo.
Mi mente estaba en calma, podía ver sus movimientos de manera clara, todo estaba a un ritmo que podía ver.
Mi cuerpo se movía solo.
Yo no sabía qué hacer, mi cuerpo sí.
-Listo o no, ya están aquí.
-Lo sé.
Una garra se precipitaba hacia mi cuello desde el frente, una mordida desde el frente occidental, otros más parecían pelearse por ser el primero desde la parte oriental.
Todos estaban a un ritmo que parecía estar preparado para mí.
Coloqué la espada hacia mi frente, desviando completamente el ataque.
Subí el escudo situado en mi mano izquierda, repelí el mordisco.
El oriente parecía seguro por ahora.
Ataques de todos lados se aproximaban, cada vez más ataques aparecían, como si se turnaran para atacar.
Moví mi espada con un movimiento horizontal para despejar un poco mi frente, varios lobos erguidos empezaron a verter sangre en el suelo.
Pero eso no hizo más que empeorar todo.
Estaban en frenesí, el olor de la sangre despertó aún más sus instintos.
*AULLIDO**AULLIDO**AULLIDO**AULLIDO**AULLIDO**AULLIDO**AULLIDO*
Aullidos ensordecedores sonaron por todo el sitio, uno detrás de otro.
En este momento fue cuando me di cuenta de algo importante.
Ellos estaban matando a los que habían sido heridos.
Ellos sin compasión rasgaron cada pedazo de sus cuerpos hasta solo dejar un manchón de sangre en el suelo.
No había camaradería.
Solo había un fuerte instinto de aniquilación.
Habían dejado de pensar.
-¡¡REGOCIJATE HUMANO!! ¡¡ADMIRA NUESTRO MAGNIFICO RITUAL DE SANGRE!!
El lobo lunar que había hablado al inicio volvió a hablar, pero solo me dejaba un mal sabor de boca esa información.
Ritual de sangre.
Solo era una carnicería sin sentido.
No había nada magnifico en ello, solo matanza sin nada más.
Los lobos volvieron a mirarme, esos ojos desprovistos de razonamiento me decían que solo querían ver mi sangre.
De la multitud solo 10 lobos corrieron sin pensar mucho las cosas.
2 garras desde el frente, 2 desde la izquierda, 4 desde la derecha, 2 desde arriba.
Baje mi espada hasta tocar el suelo con la punta, preparé mi escudo para recibir el impacto de la izquierda.
Ataqué hacia enfrente hiriendo a los lobos, pero estos no retrocedieron.
Uno de ellos se clavó completamente en la espada, sangre corría a borbotones, al lobo no parecía importarle hasta que su cuerpo dejó de poner fuerza para caer completamente de rodillas.
Mi espada estaba atorada.
Poco después sentí el impacto de la izquierda pero esta vez el impacto fue superior a lo que esperaba, mi mano se entumeció obligándome a bajar un poco el escudo.
Con mi pie izquierdo empuje el cuerpo de aquel lobo frente a mí, pero eso fue un error.
El lobo no había muerto, con gran fuerza sostuvo mi pie y me jaló.
Caí de espaldas, el tiempo fluía más lento a mi ojos, podía ver todo más claramente pero mi cuerpo estaba estático.
Muévete. Muévete. Muévete. Muévete. Muévete. Muévete. Muévete. Muévete-le gritaba a mi cuerpo inerte.
Mi desesperación iba a mayor cuando vi como poco a poco la luz lunar se hacía cada vez más tenue.
Lentamente mi visión se llenaba de lobos lunares rodeándome mientras tienen una cara de éxtasis completo.
La imagen del lobo siendo desgarrado por sus compañeros inundaba mi cabeza, esta vez sería el fin de mi vida.
Sin escapatoria.
Mis 4 miembros estaban fijamente sujetos por el lobo ensangrentado pero el también sería una víctima aquí, aun así parecía estar feliz.
-¡Woah! ¡Eso se ve peligroso!
En el silencio de la noche donde solo nos encontrábamos los lobos y yo hubo una voz extra.
-Tiene tiempo que no veo lobos lunares.
Esa voz sonaba extrañamente familiar, casi como si fuera alguien que he visto hace poco.
-Hey inútil humano ¿Necesitas ayuda?
Claro que lo necesito, pero no puedo hablar, hay una sensación extraña en mi cuerpo, casi como si estuviera paralizado.
-Aparte de inútil eres orgulloso, ya veo porque pensaba que eras un inútil humano.
El tiempo pasaba pero lo lobos seguían quietos, mirando hacia la dirección donde venía la voz.
Estaban en guardia, como si la persona que me hablaba fuera alguien de quien tener cuidado.
*RISA ESTRUENDOSA*
-¡Ya veo! ¡Eres tú! ¡Eres tú la razón por la cual mis camaradas se han detenido!
La vos del líder sonaba por todo el sitio, una voz tan clara y tan fuerte que podría decirse es casi un talento.
-¡Guardiana del bosque sal de aquí y te perdonaremos la vida! ¡No te metas en medio de nuestro ritual de sangre!
-Ritual de sangre o lo que sea, para mi es solo la misma mierda, algo que no me interesa, pero estas tocando mi comida, es algo a lo que no le puedo hacer la vista gorda.
-¡Estúpida! ¡Te arrepentirás de no escuchar mis palabras!
-Lo mismo podría decir.
-¡Hey humano! ¡Los lobos lunares son conocidos por ser sanguinarios, pero también por ser tercos! ¡Si quieres salir de esta tendrás que alimentarme tres veces al día! ¡La cosa es que ahora no te lo estoy preguntando, es algo que tendrás que hacer!
De esa forma empezó aquella batalla que jamás olvidaré, aunque más que batalla fue una danza.
Una danza bajo la luz lunar.
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