-Bien, ya hemos llegado inútil Ex-Humano.

El joven que caminaba detrás de aquella rara mujer miró con disgusto hacia donde había dicho esa frase a lo que replicó.

-…No tenías que decirlo de forma tan grosera.

Alzreic bajó la cabeza después de decir eso, sintiéndose incomodo.

Segundos después dijo algo en un volumen casi inaudible.

-…y gracias por guiarme.

Parecía titubear, en su rostro se notaba que tenía sentimientos mezclados al no entender si todo lo que había hecho la mujer a su lado era realmente bueno, todo se debía a que por culpa de sus acciones ahora no recuerda el motivo inicial por el que comenzó su viaje a este sitio.

-¡Ah! Es cierto, se me olvidaba.

Charlotte se adelantó un poco y luego volteó quedando frente al Joven Alzreic.

Se quitó la capucha que cubría su rostro dejando asomar una piel de apariencia joven y saludable.

Su cabello era de un hermoso color cobrizo semi-ondulado, sus ojos eran de un color Esmeralda tan puro y cristalino que le robaría el aliento a cualquiera que los mirase, casi como si fuera alguna clase de encantamiento que los sedujera e inmovilizara.

La mirada del joven veía con detalle ese hermoso rostro y sus finos detalles, quedando completamente embelesado por la belleza que se encontraba frente a él.

Después de un corto lapso de tiempo ella sonrió hacia el joven que seguía mirándola fijamente casi como alguien que había olvidado siquiera respirar, a la mujer que se había quitado la capucha y esta mujer pronuncio unas palabras que no llegaron al oído de nadie.

La vista del joven se tornaba oscura  y turbia, le pesaba el cuerpo casi como si tuviera un cansancio acumulado por años, su cuerpo no reaccionaba y poco después ella chasqueó los dedos haciendo que en el joven callera al suelo.

-…Tal parece que aquí comienza nuestro viaje.

Dijo Charlotte para ella misma mientras sonreía mirando el cuerpo dormido del joven guerrero.

…………………………………………………………………………………………………………

Alzreic despertó súbitamente después de un corto sueño, entre confundido y desorientado lo único que sabía es que ahora se encontraba en el interior de una muy oscura cueva, un lugar tan oscuro que ni siquiera podía reconocer su propia mano.

-¿Pero qué diablos pasa con este sitio? ¿Acaso fue un sueño raro? ¿No se suponía que me había ido a lo profundo del bosque?

El joven estaba conmocionado por tantas cosas, todas ellas le martillaban en la cabeza y poco después recordó la cara de la mujer que chasqueó los dedos, quedando de nuevo absorto con semejante belleza.

El tiempo pasaba y el seguía estúpidamente en su propio mundo, así fue hasta que un gota de agua lo despertó.

-Cierto, primero debo salir de esta cueva.

Alzreic durante algunos minutos estuvo caminando y tropezando con las rocas en el interior de esa cueva hasta que encontró una pequeña iluminación, entonces rápidamente se apresuró para llegar a lo que aparentemente sería la salida.

Con pasos apresurados llegó finalmente a la salida de la cueva, ciegamente tenía la esperanza de ver un valle que se extendiera hacia el horizonte… pero la escena frente a él era devastadora, la vista del sitio era un pútrido cementerio.

Descrito como un enorme y oscuro sitio era lo más acertado, adornado con lapidas por todos lados, cuervos y criaturas desmembradas hacían hincapié en que no era un sitio agradable para visitar, Alzreic volteó hacia la cueva para ver que solo era un agujero dentro de un gran muro de rocas y tierra, alzando muy en lo alto el bosque de donde él había llegado.

Aquella muralla natural estaba completamente empinada, escalarlo era casi imposible, la enorme altura que iba más allá de los 10m y la afiladas piedras hacían que fuera difícil siquiera intentar llegar alto, además de que había pequeñas bestias que aparentemente esperaban un descuido para lanzarse al ataque, lo peor de todo era que esa enorme muralla se extendía hacia ambos lados hasta donde el ojo podía ver, haciéndolo realmente imposible de escalar o rodear.

-Ya veo, un camino sin retorno, tal vez por eso ella era muy insistente al respecto, en todo caso solo tengo que continuar, pero ahora que estoy aquí solo me queda buscar la razón por la que vine en primer lugar. Aunque… se siente un poco estúpido el perder el motivo con el que vine para arriesgar mi vida.

Alzreic parecía decidido pues no quería rendirse tan fácilmente.

Contrario a su determinación el aspecto sombrío del cementerio le gritaba que se rindiese en su avance.

-Este lugar da una sensación de que me quiere quitar el alma.

Por donde él caminaba había tumbas de concreto con la tapa abierta, Alzreic sentía que eso era muy extraño y de muy mal gusto, pero seguido de su inquietud vio como una mano sin carne comenzó a sostener el resto de una criatura cuyo cuerpo estaba en estado de putrefacción.

*caw* *caw*

Los cuervos de los alrededores comenzaron a graznar y junto con ello un frio indescriptible recorrió toda su espalda.

Varios ruidos extraños comenzaron a sonar por todo el lugar. Para cuando se dio cuenta cientos de esqueletos y cuerpos a punto de podrirse se habían levantado, un olor muy fuerte a sangre y carne podrida rodeaba la zona haciendo que sintiera asco, Alzreic quería correr inmediatamente pero una mano le impedía su avance, los huesos salían debajo de la tierra y no tenía claras intenciones de salir de allí.

-No podía ser peor

Reaccionando a sus palabras de mal augurio todos los cadáveres comenzaron a recoger armas del suelo, como si la diosa de la suerte se estuviera burlando de él, de un inepto humano.

Tanto espadas como arcos, así como hachas y variedad de armas se encontraban en manos de un ejército que no moriría.

Los animales carroñeros de la zona comenzaron a acercarse por el jugoso olor de la muerte.

Las bestias tenían aspecto de lobos casi alcanzando el tamaño de un adulto y en algunas partes de sus cuerpos se asomaban huesos,
justamente como los cadáveres frente a él, como si estos mismos animales también estuvieran a un paso de la muerte.

Alzreic solo podía sonreír irónicamente con la situación que se presentaba frente a él, no podía hacer nada más que observar y tratar de sobrevivir.

Con miedo tomó una postura familiar a la de un espadachín y coloco su mano derecha en su cintura pero ahí no se encontraba nada.

-¡Maldición!

Recordó que para cumplir con su viaje el renuncio a todo, y eso incluía también su pertenencia más preciada.

En ese momento él se dio cuenta debido a la reacción de no tener su espada.

-Momento… ¿No había perdido mi memoria?

Él no lo había notado hasta ese momento, pero tenía razón, se suponía que había perdido todo de él, incluido la memoria o por lo menos eso pensaba que había hecho esa mujer, la pregunta era ¿porque recordaba cosas como su postura de combate?

-¡Ja! Al final todo era un sueño.

-Cálmate idiota, no fue un sueño, me estoy comenzando a preguntar porque te ayudé.

La voz resonaba  internamente, Alzreic estaba confundido.

-Primero, deberías intentar salir de esto antes de siquiera pensar porque escuchas mi voz.

-Así que es de esa forma… tal parece que “perder la humanidad” se estaba refiriendo a renunciar a mi propia existencia y no a perder mis recuerdos…o eso es lo que creo, aunque tienes razón con que este no es un buen momento para reflexionar ese tipo de cosas.

Esa era la conclusión a la que había llegado, pero la verdad era incierta, solo la mujer que le pidió renunciar a su humanidad era la única que podía decir si su respuesta era correcta, Charlotte o el futuro incierto que se asomaba eran los únicos calificados.

Mientras se devolvía a la realidad casi milagrosamente reaccionó instintivamente al golpe que por poco le cercena la cabeza, lo pudo evadir hacia su derecha por un margen tan corto que ni él creía seguir vivo, lo que lo había atacado era un cadáver con ropas de bandido, el portaba 2 espadas gemelas curvas y en ellas se reflejaba un gran filo.

En cuanto las esquivó un dolor se comenzó a expandir en su costado derecho, hacia el mismo lado donde se había balanceado, cuando volteo vio a un cadáver con una oscura capucha, y lo que tenía enterrado era una daga dentada.

Un agudo dolor junto con un insoportable ardor se apoderó de su cuerpo, el calor comenzó a recorrer sus entrañas haciendo énfasis en que la daga parecía estar envenenada.

Con mucho esfuerzo, mientras apretaba los dientes aguantando el dolor, agarró al cadáver que lo apuñalo para arrojarlo hacia la multitud.

Con el sobreesfuerzo e impulso que hizo se tambaleo en sentido contrario estampándose en el suelo con los brazos hacia su espalda para mitigar el golpe de la caída.

No podía levantarse, la caída lo había dejado más mal que al inicio por lo que comenzó a arrastrar su cuerpo con sus manos hasta que algo lo cortó, en cuanto giró su cabeza para ver lo que lo había lastimado se asombró al encontrar un viejo y sucio espadón oxidado.

De esa forma el joven dio una nueva sonrisa, pero ahora una llena de determinación.

-Al parecer es hora de abrir un camino.

Lost Kingdom Capitulo 1 parte 1

Escrito por: Unknown
30/11/16
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En un bosque lejano de las tierras humanas se encontraba un chico de entre sus 20 años, tenía la ropa maltrecha y piezas metálicas colgando por su cuerpo, aparentemente los residuos de una armadura, mantenía una cara seria mientras parecía ir sin rumbo, aquel joven tenía la apariencia de un guerrero que había visto la muerte cerca de él, pero aun con eso se encontraba caminando sin aflojar el paso.

-Ser capaz de venir a un lugar como este… ¿Qué es lo que deseas… humano? ¿Por qué has venido? ¿Por la avaricia del Oro? ¿Por la vanidad de la Fama? ¿Por la soberbia de la Fuerza? ¿O acaso es… por hambre de Conocimiento?

Una voz resonaba en aquel oscuro sitio, la voz claramente pertenecía a una joven mujer que parecía estarse escondiendo. La única persona a la vista prontamente reclamó hacia sus alrededores en busca de aquella que hablaba entre la oscuridad.

-¿Quién eres? Sal de donde estés.
- Fufufu ¿De todo lo que podías contestar dices eso?... ¿Quién soy?...risible…. mi identidad no tiene importancia... pero yo en tu lugar preguntaría qué es lo que quiero, no todo el tiempo encuentras a alguien como yo vivir en este bosque.
-He dicho que salgas, es de cobardes esconderse entre oscuridad.
-¿Salir? ¿para qué? si estoy justo frente a ti, humano, no sé qué es lo que buscas, pero te aseguro que morirás muy pronto con esa ingenuidad tuya, caer en una simple travesura es algo muy absurdo, del otro lado de este bosque, hacia aquella tierra donde te diriges habrá cosas mucho peores y más engañosas, ¿aun así te atreves a siquiera pensar ir?
-No importa lo que digas, tengo que ir allá, es mi más grande anhelo, además, ¿cómo sabias que voy para allá?
- además de ingenuo también eres un idiota, te preguntaré una cosa sencilla ¿Existe alguien aparte de los idiotas o suicidas que entraría a este bosque? ¡No! Solo los que he mencionado entran y es porque quieren ir a ese reino, no existe nadie más que quiera cruzar este bosque por simple gusto o curiosidad, después de todo aquel que entra nunca regresa, pero es tu decisión continuar, solo que antes de ir debes de pagar el precio… mmmmmm…

La persona que hablaba con aquel joven parecía no importarle la opinión del mismo y continuaba hablando a su ritmo, incluso ahora parecía estar pensando algo que al joven ni siquiera le importaba
-Sí, eso sería

Dijo mientras parecía haber encontrado la mejor solución de todas.

-Veamos sería algo tan insignificante como tu humanidad, admítelo es un costo relativamente bajo

Sus palabras sonaban llenas de regocijo

- Con lo que encontraras allá es una ganga, además de negarte solo vagaras eternamente en estas penumbras, no lo digo yo, es algo ya establecido.
-deja de decir estupideces, no hay forma de que eso ocurra, me largo de aquí, es una pérdida de tiempo haberme detenido por ti.

El joven humano continuó su camino tal como lo había prometido.
Así pasaron horas desde que comenzó su avance sin escuchar algún ruido, mientras avanzaba a paso firme se preguntaba a si mismo quien era la que lo había detenido, la voz había sido muy suave y llamativa, pero le intrigaba el hecho del porque había una persona en esa casi permanente oscuridad, los altos arboles creaban enormes sombras que no dejaban pasar mucha luz solar, le daba curiosidad como alguien seguía con cordura estando allí.

-Pensándolo bien, no hay forma de que esa tipa este cuerda, no con todo lo que dijo
-Estoy totalmente cuerda, por lo menos más que un idiota como tú.

El joven humano movió su cabeza hacia la dirección de la voz de la misma mujer, topándose ahora una cabaña y una mujer sentada afuera de esta. Las ropas de aquella mujer eran oscuras y tenía cubierta la cara como si de una capucha se tratara.

-Abandona tu inútil humanidad, o seguirás vagando por este sitio sin poder continuar por tu camino
-Aunque lo que digas sea cierto, no pienso abandonar algo tan preciado como lo sería la vida.

La chica frente a él parecía estar haciendo una cara de incredibilidad, sentía que estaba frente al sujeto más idiota que había conocido.

-Tú idiota, tu humanidad no es lo mismo que tu vida, ¿qué clase de pago seria ese para empezar? No puedes conocer  ese reino mientras estés muerto. *suspiro*
La mujer parecía exasperada por ese nivel de idiotez y continúo hablando con una voz solemne.
-Abandona todo lo que te haga humano, tu familia, tus amigos, tu título, tu dinero, tu nombre, todas tus posesiones.... en fin, aquello que te distinga como humano, en otras palabras, tu existencia.

El joven estaba inquieto, ya lo había abandonado todo por el fin de llegar a ese sitio, dejo atrás todo lo que considero importante y partió en su viaje, ahora se preguntaba que debía hacer, si ya lo había dejado todo, así que por un momento el joven puso su mano en su camisa
La mujer frente a él estaba desconcertada de por qué el joven estaba realizando aquella acción y segundos después se sorprendió por lo que vio.
Con una estrepitosa voz gritó mientras parecía más exasperada que hace momentos atrás, parecía que el joven era alguien irremediable.

-¡No es necesario que te quites la ropa, no me refería a eso!... por eso odio a los idiotas.
-Pero si ya lo he dejado todo atrás, solo me queda esta ropa
-¿porque ustedes los humanos siempre tienden a pensar erróneamente acerca de las cosas? es tan simple abandonar tu humanidad, tan solo tienes que...

De un salto la mujer se acercó al joven, ambos estaban juntos en esa oscuridad, como si estuvieran dándose un abrazo, el joven volteo hacia la cara de la mujer y luego a su abdomen, lo que veía en él era un puñal clavado y mucha sangre saliendo
El joven humano sin poder poner resistencia colapsó, el peso de su cuerpo hizo todo el trabajo quedando en una incómoda posición.
-¡Oh vamos, no lo de siempre!
Dijo quejosamente la mujer delante del cuerpo del joven

……………………………………………………………………………………….

-...don... donde... ¿dónde estoy?

Con una voz desganada hablo el joven que se encontraba tumbado en el suelo, estaba desconcertado por todo lo que había pasado. La mujer no estaba en el sitio, el joven quería explorar el lugar pero la poca fuerza que mantenía no le permitía tal cosa. A un costado estaba un taburete con una linterna de combustible la cual llamaba la atención del joven humano

-¡Mierda!, se me había olvidado, pero esa mujer me clavo un puñal, en cuanto la vea....
-En cuanto me veas ¿qué?

El joven retrocedió un poco al escuchar la voz de la mujer, la mujer entró mientras abría la puerta de la pequeña cabaña con la mano libre, en la otra mano sostenía una vasija que al parecer portaba agua

-Una que espera a que despiertes y tu tranquilamente conspiras contra ella, vaya poco hombre eres
-¿Eh?, ¿De qué hablas? si tú me clavaste un puñal
-Solo te hacia un favor quitándote la humanidad, vaya pedazo de inútil eres, como es que no has podido entender siquiera eso, por lo que veo realmente no sobrevivirás en aquel sitio.

La mujer salió de la cabaña solo para meter la silla que estaba afuera, acto seguido la colocó en el piso y se sentó frente al joven

-¿Y bien?
-¿Y bien qué?

La mujer cerró los ojos y suspiró profundamente

-¿qué se siente perder la humanidad?
-me siento igual
- como siempre una respuesta digna de un mortal, pareces no entenderlo, te preguntare otra cosa, ¿Qué es lo que recuerdas de ti? ¿Acaso recuerdas tu nombre?
-¡Vaya! Pero que pregunta más tonta dices, claro que sí, mi nombre es....

El joven quedo en silencio por un momento, no salían palabras de su boca y comenzaba a entrar en pánico, algo tan obvio y trivial como recordar el nombre no debería ser problema, pero.... ¿Por qué no podía contestar?

-Eso es perder la humanidad, perder todo, apuesto que no puedes recordar el resto, más bien, todo lo que piensas sientes que es ajeno a ti.

El joven tenía la boca abierta, no sabía que decir, para empezar, ¿por qué había viajado? ¿Porque estaba dispuesto a encarar a la muerte? ¿Porque estaba tan decidido? si ahora ya no recuerda nada, ¿qué fin tenia ir?

-Tan poca determinación tienes, vaya chico, esto solo es un poco de la desesperanza que hay en la salida de este bosque
-¿Y qué hay de ti? ¿Recuerdas tu nombre?
-Claro que sí, yo tengo un magnifico nombre a diferencia de alguien que no lo recuerda, Charlotte, ese es mi bello nombre, tendrás que recordarlo porque partir de ahora seré tu fiel sombra

La mujer frente a él se acercó como a un viejo colega y puso la mano izquierda en la mejilla del joven, y acercando sus labios lentamente alcanzó su oído, y ella le susurro…

-A partir de ahora estás maldito por mí.

El joven desconcertado no entendía esas palabras, no es como si fuera algo inentendible, era solo que no quería comprenderlas, hacerse pensar que solo era una broma de mal gusto,  él estaba aturdido por la seductora voz con la que dijo aquella rara frase, a pesar de ello él sabía que esto no continuaría bien, ya había sido apuñalado anteriormente, una herida crítica y no sentía ni siquiera un poco de dolor, lo más sorprendente era que seguía vivo, sumado a eso no recordaba su nombre, algo le decía que todo esto iba más allá de lo extraordinario.

-Ya que no recuerdas tu nombre te daré uno,  un nombre apropiado para ti
La mujer puso ahora un dedo en el labio del joven y deslizándolo pícaramente ella avanzo a las espaldas de él.
-Alzreic será

El joven miro en dirección de ella, le había gustado el nombre, eso era claro por la expresión de Alzreic.

-Sígueme.
Y con esa clara orden él la siguió por un penumbroso camino, por el cual con el paso de un rato el vio una pequeña estela de luz.

Lost Kingdom Introducción

Escrito por: Unknown
29/11/16
0 Comentarios

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