-¡Ah~! Que dolor ¿Qué pasó? ¿Por qué todo esta oscuro?



Alzreic no podía pensar bien, se había quedado inconsciente por un buen rato, no tenía idea de lo que pasó en ese momento cuando había caído, sobre todo estaba desconcertado de lo que llegaría a pasar si continuaba por mucho tiempo en aquel oscuro sitio


-Hmmmm… no tengo nada para alumbrar, parece que tendré que esperar a la mañana para hacer algo.

………………………………………………………………………
-Parece que esto no se alumbrará, ya debieron haber pasado algunas horas.

-Pues sí ¿Pero que podrías esperar de un sitio bajo tierra?

-¿Eh? ¿Quién está ahí?

-*Suspiro* Hmmm creo que la frase era “Como era de esperarse de ti”

-¿Eh?

-Charlotte, parece que te olvidas rápidamente de mí ¿Tal vez debería grabar firmemente mi nombre en tu cuerpo?

-Perdón, si te recuerdo, pero esto me sorprendió un poco, ¡ah! Cierto, quería preguntarte algo la otra vez…

-¡Shhh! Ahora no es un buen momento, escucha atentamente tu alrededor.

En ese sitio no había ruido que destacara, lo único que se podía escuchar era el lejano sonido de las hojas siendo acariciadas por el viento.

-Pero no hay nada
-…

Alzreic esperaba respuesta de Charlotte pero esto no ocurrió.

-Vaya, miren quien están aquí, mi comida favorita~

Se escuchaba una voz afeminada a lo lejos.
La oscuridad le estorbaba, Alzreic sabía que esta situación no le era para nada favorable, solo podía esperar pacientemente a que esa persona se le acercara.

-¿Hmmm? ¿Por qué tan callado? Hace tan solo unas horas estabas muy activo juzgándome por solo intentar comer un poco

Con esto Alzreic sabía quién era la persona que estaba cerca de él.

-Así que eres el Súcubo
-¿Ehh~?

Reclamó la mujer que  estaba en medio de ese sitio.

-Aunque sea un súcubo también tengo nombre, Mavra… preferiría que me llamaras así por el poco tiempo que te queda de vida.

Su voz sonaba altiva, justo como cuando se conocieron, aunque era de una mala manera ella parecía ser la única compañía que tendría en este solitario bosque.

-Mavra… igual no tiene caso recordar el nombre de un demonio que morirá al filo de esta espada.

Alzreic preparó su postura y dispuso todos sus sentidos en tratar de encontrarla en esta espesa oscuridad.

-¡Ahh~! No tiene caso que te protejas, porque para empezar ya estas siendo lastimado, desde un inicio caíste en mi trampa.

Alzreic estaba más desconcertado que antes.
Si desde un inicio él estuvo atrapado, entonces no tenía caso defenderse, lo único que podría hacer era buscar la manera de salir de esa ilusión, así que intentaría lo mismo que antes.
Apretó su espada y decidió cortar su mano, junto toda su fuerza y lo blandió  contra su brazo.

-¿Eh?

Una suave sensación recorrió su brazo, era una textura similar a los plumeros, los mismos que el recuerda se usaban para limpiar la casa.

-*Risa* ¿Creíste que tendrías tu arma? Al final de todo soy demasiado lista, mucho más que tú.

Alzreic tenía el orgullo herido, creía que podría engañar a un demonio y más bien fue humillado por su propia soberbia.

Mientras en esta ilusión de burlaban de él, en la realidad su cuerpo era usado como comida de un súcubo.

Ya no podía pensar más, su mente estaba nublada, el cansancio era más intenso, sabía que no era bueno, que no era un cansancio normal, que era la bienvenida a su muerte.

-Vaya que resistes mucho, pero 4 horas es tu límite, por lo menos sabias más rico que la mayoría de los humanos que he comido, buenas noches estúpido viajero.

Alzreic perdió ante el demonio, su cuerpo cayó al suelo sin signos de querer levantarse, mientras tanto Mavra se iba de aquella cueva que comenzaba a iluminarse por la luz de la mañana.

-Me siento revitalizada, bueno, es hora de ir a la aldea de los humanos.

………………………………………………………………………

Lost Kingdom Capitulo 1 Parte 4

Escrito por: Unknown
8/12/16
0 Comentarios
-No te alarmes humano, lo que quiero es solo algo pequeño, no te haré daño, así que pacientemente entrégame tu vida.

Una frase dicha sin la mínima pizca de malicia.

La voz tenía un tono despreocupado de parte de la persona que lo había dicho, como si fuese algo natural.

La mirada que tenía aquella figura le decía que esa frase iba con toda la seriedad posible, o por lo menos era lo que Alzreic lograba captar.

-No podría dártela incluso si lo que dices es verdad, después de todo es mi vida y solo tengo una.

El joven divagaba con sus palabras, estaba nervioso, no sabía qué hacer, aquella figura parecía amenazarle, pero estaba encantando por la voz que le hablaba, era tan placentera escucharla casi como si fuera una droga.

-Que mal, no quería lastimarte, así que tendré que tomar tu vida a la fuerza.

-No, para empezar no creo que puedas quitarme la vida sin lastimarme.

Las nubes oscuras en el cielo evitaban que pasara luz de luna, por lo que los movimientos causados por la figura que amenazaba al joven Alzreic no podían ser identificados, él odiaba esa situación, ya que era más problemática que la del cementerio.

Deslizó su cuerpo por debajo de la figura dejando así caer su cuerpo al suelo firme.

El aterrizaje brusco de Alzreic le dio una sacudida completa a su cuerpo dejando que quedara indefenso en ese corto periodo.

Parecía no importarle mucho el dolor y comenzó a correr hacia el fin del bosque, no tenía idea cuanto demoraría en salir, pero tenía la esperanza de salir con vida.

-No tiene caso que corras, de igual forma no servirá de nada.

La voz venia de la dirección hacia enfrente de él y con una considerable distancia, la expresión de Alzreic era de burla, no podía creer que su intento de escape sea destruido antes de siquiera estar fuera del rango.

Las nubes seguían jugueteando en el cielo, y poco a poco iban dejando que un poco de luz se asomara hacia el bosque, dejando así ver una figura femenina que permanecía con una pose llena de júbilo con una sonrisa inmutable.

Se burlaba de Alzreic al mismo tiempo que demostraba superioridad.

Él chasqueo la lengua como símbolo de irritación, se sentía humillado.

Era obvio, fue asaltado en la noche e incluso acorralado por una sola persona.
“Si tan solo tuviera mi espada” es lo que pensaba el joven, pero la figura frente a él sonrió maléficamente como si viera a través de él.

-Toma

La mujer arrojó frente a él la espada que anteriormente tenía cautiva.

-Veo que te sientes irritado, pero no hay problema, te puedo demostrar que incluso en una “pelea justa” destaco más que un pobre afortunado.

La mujer dio una risa de victoria incluso antes de luchar, ella tenía la fiel creencia de ya haber ganado, como si todo lo que hubiera hecho fuese seguir un simple instructivo de como respirar.

Alzreic se dio cuenta de su arrogancia, pero tampoco podía decir si su arrogancia nacía realmente de su verdadero potencial, que ella le supere podía ser cuestión de simple lógica.

Él se tiró sin cuidado mientras que al parecer ella había aterrizado de forma segura, esa simple acción le pudo ahorrar tiempo e incluso lograr más velocidad y distancia cuando saltó del árbol, era lo que pensaba que ella había hecho y que por eso parecía más apta para el combate que él.

Eso era sorpréndete dada las circunstancias, incluso un fuerte y muy bien entrenado guerrero no sería capaz de lograr tal hazaña, ella un veterano de elite en pocas palabras, ya que la altura aproximada era de 15m Alzreic lo sabía de antemano porque fue lo que sintió cuando lo escaló.

Al mismo tiempo él se sentía alegra ya que por pura suerte no se había fracturado ambas piernas, de lo contrario habría sido asesinado en ese mismo instante.

Con todo esto no podía negar fervientemente que ella podría ser excepcional.

Alzreic sentía calor por su cuerpo, especialmente en la zona baja, dicho de otra forma en la pelvis.

De alguna forma se sentía muy entusiasmado, pero no podía entender la razón del por qué su cuerpo actuaba de esa forma, no estaba en una situación en la cual sentirse así, era una batalla y al parecer su cuerpo le jugaba una mala broma.

Prontamente miró hacia donde estaba la mujer que lo humillaba, y se dio cuenta que la mujer se relamía los labios demostrando que se regocijaba de la situación actual.

Los ojos de esa mujer daban un resplandor amarillento, fue entonces cuando Alzreic reaccionó como todo un guerrero.

-Tu maldita, eres un demonio, se me hacía raro que fueras excepcional, ni los más grandes guerreros que conocí eran así, pero ahora todo tiene sentido, eres un demonio e incluso uno femenino.

En el país de Alzreic existía un vasto conocimiento sobre monstruos y demonios, pero en todos los relatos que leía no encontraba muchos de ellos siendo femeninos, pero los pocos que encontraba resultaban ser los demonios más engañosos y también los más crueles, dotadas de una inteligencia y astucia sin igual eran seres de los que tener extremo cuidado, Alzreic sabía bien que tenía que ser muy precavido.

Al escuchar eso ella quedó impresionada por lo que sabía Alzreic, ahora tenía una impresión distinta de aquel inútil joven.

-Veo que incluso alguien como tú posee algo de conocimiento sobre demonios, ya comenzaba a pensar que eras solo otro idiota más.

La mujer se burlaba completamente de Alzreic, él no estaba en posición de refutar lo que ella decía, después de todo era verdad.

-Ya que eres mi presa, déjame preguntar por lo menos el nombre de la ofrenda necesaria para mi subsistencia, enuncia con orgullo el nombre del estúpido viajero frente a mí que se posa frente a mí.

-El nombre del estúpido viajero al que te refieres con ese tono tan arrogante es Alzreic, un simple idiota que lo perdió casi todo por un deseo que no recuerda, y tal parece que también perderá la vida.

Dio una respuesta llena de ironía, aunque, por supuesto, no tenía la más mínima intención de entregar su vida.

La actualmente denominada demonio no podía ocultar su regocijo, parecía que la charla le era entretenida. Ella acarició su cabello y el poco que tenía cubriéndole la frente fue reacomodado hacia un lado para dejarlo fuera de su vista, con esto dio a  entender que ya era tiempo de dejar las palabras.

En ese mismo momento el joven que sentía calor prontamente comenzó a sentir placer cerca de su zona pélvica.

Él tenía el rostro completamente rojo, muestra de un intenso placer, seguía sin comprender porque su cuerpo reaccionaba de esa forma, pero de nueva cuenta los ojos de esa mujer marcaban el mismo resplandor que antes y también parecía que ella se regocijaba de la situación frente a ella.

Alzreic estaba inundado en placer, sus piernas no reaccionaban a lo que él quería, su cuerpo lo estaba traicionando y la mujer sonreía con la situación frente a ella.

-Maldita ¿Que me has hecho?

-Estoy tomando tu vida por la fuerza.

-Pero ni siquiera me estas tocando.

-Eso es lo que tú piensas

Él sabía muy bien que tenía que hacer uso de su inteligencia y pensar en algo que le sirviera, pero lo que ella decía estaba fuera de su comprensión, además era un demonio, el sentido común humano era diferente del demoniaco, por eso no podía ignorar ninguna de sus palabras, tenía que tomarlas y verlas desde un punto diferente.

Era lo único que podía hacer, pero el placer que sentía no le dejaba pensar con claridad, la mujer estaba ganando incluso sin pelear.

Entre el placer y la necesidad de salir de esa situación no tuvo más remedio que con su misma espada hacer una perforación en su mano, dejando que el dolor se apoderara de él para escapar del placer de lo que lo mantenía al borde de la locura.

Cuando reabrió los ojos descubrió algo extraño, él parecía estar recostado en el suelo.
¿Sus ojos lo engañaban?
Eso no es posible, era lo que pensaba, pero notó que el dolor se había mitigado y el placer continuaba rondando su cuerpo, él miraba hacia el cielo y frente a sus ojos estaba la copa del árbol donde en un principio el comenzó a descansar.

-¿Pero qué….?

-Parece que ya has despertado.

Una voz femenina provenía de la zona donde él estaba sintiendo placer, fue en ese momento cuando Alzreic se dio cuenta que la mujer, la misma demonio con la que se había enfrentado momentos atrás estaba ahí, atacándolo.

Súbitamente reaccionó a la escena frente a él y se dio cuenta que el demonio frente a él era en realidad un súcubo.

Ahora entendía claramente porque decía que le quitaría la vida sin lastimarlo, y que la frase de tomar su vida por la fuerza era realmente una ilusión forzada.

Alzreic sabía que los súcubos no eran demonios fuertes, pero engañaban a los sentidos, se enfocaban en las ilusiones y el manejo de las necesidades primitivas humanas.

Esta vez tomó la espada correctamente y apunto al cuello del súcubo, ahora Alzreic tenía el mando.

Lo ideal era asesinarla en el acto, pero tampoco podía darse el lujo de hacerlo, el recordaba que los demonios de los libros que leía eran muy engañosos y muchos dejaban maldiciones justo antes de morir.

Estaba nervioso, no sabía que iba a pasar.

-Bueno, me tienes, ahora ¿Qué piensas hacer conmigo? ¿Quieres que continúe?

-¡No! Definitivamente no, no pienso caer en las tentaciones de un demonio.

-*Suspiro* Sabes, sentir el mejor placer del mundo a cambio de tu vida ¿Acaso no es la mejor oferta?

-Poco antes tuve  una oferta similar y me estoy arrepintiendo de ello, no creo caer de nuevo.

-Bueno, es una lastima

El aire comenzó a enfriarse, la tensión de aquel sitio ahora alta, los ojos de la que era una bella mujer resplandecieron en una amarillenta luz y dejaron aturdido al joven que los miró fijamente.

Despertó de su estado de aturdimiento solo para darse cuenta que aquella mujer ya no se encontraba frente a él.

-Parece que fui engañado…

Volver a dormir sería muy estúpido de su parte, no tenía más remedio que continuar su camino, caminar de noche seguro es peligroso, pero ahora  no estaba seguro en ningún sitio, realmente necesitaba pasar la noche en algún asentamiento humano.

La noche progresaba y aquel bosque comenzaba a mostrar neblina muy espesa, continuar caminando solo haría que se desorientara, ya no podía hacer más.

El cansancio, el estrés y el frío lo estaban acribillando por todos lados, sus nervios no podrían soportar por mucho más tiempo ese estado, él sabía que debía descansar pero no tenía donde.

*susurros*

El bosque de noche era engañoso, voces se oían de todos lados, casi como si los arboles le hablaran, Alzreic se sentía mareado, quería pensar que todo eran solo sus alucinaciones, pero eran susurros tan reales que le estaban haciendo perder la poca cordura que le quedaba.

-*susurro* Ven aquí

Seductoras voces lo llamaban desde lo lejano.

-*susurro* Descansa viajero

Las voces lo incitaban a dormir, la neblina a su alrededor parecía tomar figuras similares a personas pero al momento de ser tocados estos se dispersaban, todo parecía irreal, Alzreic no sabía qué hacer en este momento.

-*Susurro* Muere

Alzreic tosió sangre, algo lo había dañado, pero no había nada que pareciera hacerle daño.

-¿Acaso es la neblina?

*Risas*

Ya no sabía que pasaba, su nivel de estrés ahora había aumentado más, su sentido de alerta le decía que era peligroso seguir ahí, tenía que esconderse y sobrevivir.

Alzreic corrió sin rumbo, corrió hacia donde sus piernas lo llevaran, ya no le importa siquiera regresar a la entrada, solo quería salir del bosque.

Mientras corría cayó a un agujero, un muy profundo agujero lo había tragado, Alzreic no lo vio, la espesa neblina no lo hacía ver siquiera lo que estaba frente a él ¿Cómo podría haber visto aquel agujero? No podría incluso si quisiera, no mientras tuviera ojos humanos, ese era su defecto.

Alzreic cayó desde una gran altura, se había desmayado por el impacto por lo que no sabía lo que había pasado.

No era consciente de que en ese sitio se encontraba algo que cambiaría mucho su manera de pensar.

Lost Kingdom Capitulo 1 Parte 3

Escrito por: Unknown
5/12/16
0 Comentarios
-Al parecer es hora de abrir un camino.

Es lo que Alzreic había dicho, pero la situación no le era muy favorable a su cuerpo.

El poseía un atlético cuerpo debido al entrenamiento arduo que se había sometido de joven, a pesar de ello su resistencia podría ser considerada muy baja o insuficiente para la cantidad de cadáveres con los que tenía que combatir.

El joven sonreía sarcásticamente contra la situación donde se encontraba, no tenía más opciones que luchar o dejarse matar, pero al parecer esta última idea no le agradaba.

Él no se permitiría morir sin primero saber la razón por la que se sacrificaba en primer lugar.
Tomó la espada con una mano y se dispuso a correr de frente a los enemigos pero había algo que lo detenía, el espadón era un objeto tan pesado que con su actual fuerza solo podía arrastrarlo, esto retrasaba sus movimientos, aquella gran arma que había encontrado antes resultaba no ser tan eficaz.

-Maldita sea, aparte de viejo y oxidado este estúpido espadón es muy pesado.

El joven maldecía su suerte por haber encontrado tan inútil objeto, pero no tenía más opción que tomar el espadón con ambas manos e intentar atacar con todas sus fuerzas.

El espadón apenas se podía levantar por encima de su estómago lo que no era una muy buena altura,  a pesar de ello Alzreic no podía decir mucho debido a que es la primera vez que sostiene un espadón, en realidad no sabía si era muy pesado o si en todo caso él era muy débil.

No tardó mucho tiempo para que entendiera la cantidad de fuerza aproximada que se necesitaba para levantar el arma, con ello no bastó más que unos minutos para que más de 20 cadáveres terminaran despedazados.

Con todo su espíritu en la batalla el joven continuaba luchando pero al final de todo solo era un simple humano, tal y como había dicho Charlotte, el tiempo le comenzó a cobrar factura haciendo que poco a poco se le notara el cansancio, lo que él hacia no era nada fácil, pues aunque destruyera los cuerpos estos volvían a ponerse de pie, estaba solo y luchaba contra un ejército inmortal, decir que su muerte era inminente sería lo más correcto.

A lo lejos, de entre los cadáveres que había destrozado, pudo observar algo que parecía brillar, inmediatamente soltó aquel pesado espadón y se dispuso a correr con toda la potencia que su cuerpo le permitía, tenía la esperanza de que fuera una espada más ligera.

Lo que encontró fue un escudo.

Alzreic tomó el escudo a regañadientes con ambos brazos de tal manera que parecía una coraza que él esperaba lo  protegiera del daño.

Con una mezcla de miedo y valentía se abalanzó hacia el centenar de cuerpos que lo perseguían para intentar abrirse paso, solo quería escapar de aquel sitio.

La meta de buscar un arma más eficaz y ligera había pasado rápidamente a segundo plano, vivir era más importante.

Mientras avanzaba se dedicaba a esquivar los ataques furtivos que se lanzaban sobre él, era muy cansado hacer tantas cosas al mismo tiempo, pero por lo menos la situación no era tan mala, los cadáveres eran lentos a comparación de él, pero la cantidad ridícula de enemigos lo hacía algo de temer.

En lo que estaba concentrado en la evasión se percató de una sensación que era similar a cuando la mujer del bosque lo apuñalo.

El ritmo en que se desplazaba era algo inusual, pero la velocidad en la que el arma se acercaba lo era aún más, el margen con el que logró esquivar era tan corto que vio claramente una filosa y brillante espada pasar frente a sus ojos, tal y como la que el necesitaba.

El joven no fue a la espada, la espada vino a él.
No sabía que sensación tener pero realmente le era gratificante encontrar una buena espada.

Con el escudo que portaba se dispuso a embestir hasta llegar al árbol donde quedó clavada la espada, con toda la fuerza que pudo golpeó con el filo del escudo el brazo del cadáver que intentaba recoger el arma, lo machacaba contra el árbol para así arrancarle el brazo, una vez hecho esto tomó la espada y se dispuso a pelear.

La valentía había vuelto a él.

Él luchaba y los cadáveres disminuían rápidamente, pero contrario a lo que había pasado anteriormente esta vez no se volvían a poner de pie.

La espada resplandecía con tanta gracia que no solo demostraba su belleza, sino que también su poder.

Ya pocos cadáveres estaban en pie.

De manera inexperta luchaba sin pensar mucho en su situación, no pensaba en por qué los cadáveres se movían.

Cuando terminó de cortar todos los cadáveres vio como estos pedazos de carne se unían para formar a un nuevo ser, casi como si le dijera que esto solo estaba comenzando.

Alzreic por fin se daba cuenta, eran cadáveres, seguramente alguien los estaba controlando, aunque no entendía porque se habían dejado de mover antes, se preguntaba si acaso era un atributo de la espada.

El joven despejó su mente, pensar en todo eso atrasaría sus movimientos, por lo que se susurró para sí mismo.

-Solo tengo que matar al que controla estos cadáveres.

Una duda pasaba por su mente, porque pensaba de esa forma, si lo que se decía era la nigromancia era algo que no existía, por lo menos en el reino donde vivía nunca vio el uso de tales artes oscuras.

El joven volteó a observar su alrededor, se tomó su tiempo mientras los cadáveres seguían en proceso el proceso de reacomodarse, pero el joven no veía nada más que estos cadáveres.

Por esa razón lo más sabio en esta situación era una retirada táctica.

Alzreic seguía siendo un joven inexperto en materia de lucha, pero era muy agil además de ingenioso, por esa razón él pensó en huir de este lugar que parecía estarle dando la bienvenida a la muerte.

En su espalda llevaba su escudo y en su mano la espada, los cadáveres que lanzaban objetos no le afectaban y por ello el joven podía correr sin tantas preocupaciones, aunque ese escudo le daba la imagen de una tortuga huyendo.

El único lugar hacia donde podía ir era el lado contrario de donde había venido, el corría en esa dirección con la esperanza de tener una oportunidad de seguir viviendo.

Corría con todas su fuerzas, su meta era un puente colgante que estaba a unos 100 metros de su ubicación actual, el puente estaba al lado de una roca que tenía prisionero a un esqueleto enorme de similitud a un reptil, para ser más exactos, parecía ser de un dragón.

-Me tienes que estar jugando una broma, los dragones no existen.

Dijo mientras corría rápido, antes de que los cadáveres se acercaran al puente y lo derribaran por tanto peso.

Por donde él pasaba la tierra temblaba y se agrietaba dejando ver de esa forma a cadáveres de  criaturas feroces, el joven solo podía contener sus emociones respecto a esto mientras maldecía silenciosamente al que lo atormentaba de esa forma.

-Como no me di cuenta antes.

Con eso dicho el joven acelero aún más, por fin se había dado cuenta de algo que estaba ignorado todo este tiempo.

-Es-espera… no pasará ¿verdad?

Eso era más que evidente, si los cadáveres revivían también lo haría un esqueleto enorme de reptil.

Cuando Alzreic pasó al lado de dicho esqueleto comenzó a temblar aún más fuerte que antes, se podía sentir el miedo y el resentimiento de la muerte en toda esa zona.

El esqueleto de dragón estaba gruñendo.

Con una fuerza abrumadora el dragón gruñía haciendo que el sitio retumbara con tal sonido.

La roca que lo mantenía prisionero poco a poco mostraba signos de rendición ante el poder de aquel residuo de dragón.

Alzreic estaba ya terminando de cruzar el puente, volteó para saber la situación en la que estaba y vio el esqueleto de dragón caminando hacia él, el puente no oponía mucha resistencia y se tambaleaba con el caminar del dragón.

No podía mantener mucho su equilibrio así que con tenacidad se aferró al puente y comenzó a correr mientras se mantenía lo más sujeto posible.

Ya había cruzado con éxito el puente, lo único que le faltaba era enfrentar al esqueleto que lo perseguía, pero más que una lucha sería una masacre unilateral.

Alzreic sin una pizca de duda procedió a cortar lo que mantenía unido al puente.

Pero el dragón no se rendiría fácilmente, o por lo menos eso era lo que el joven pensaba, sin embargo eran solo huesos, no podía volar por mucho que quisiera.

De esa forma Alzreic vio partir los huesos junto con los cadáveres de antes hacia un profundo y muy oscuro precipicio, aunque la palabra más correcta seria llamarlo un abismo.

El joven, se dio la vuelta para contemplar que a los lejos solo había planicie y un poco más a lo lejos la entrada a un bosque.

Poco después se percató de un pequeño pedazo de madera colgado a modo de aviso.

Alzreic se acercó solo para leer el contenido y al culminar sonrió de manera forzada hacia el contenido.

-“Felicidades por haber llegado hasta acá, por favor deje una marca”

Sonaba como un mal chiste.

-Veamos, las marcas son… cero tal como me imaginaba. Realmente no creo que alguien sobreviva a eso, por lo menos yo tuve suerte de salir corriendo a tiempo.

De esa forma, con la espada que tenía en la mano grabó una pequeña marca, ahora el aviso tenía como registro 1 sobreviviente.

El joven se alejó del aviso a un paso poco acelerado, sus preocupaciones se habían ido después de escapar con éxito.

……………………………………………………………………

Pasaron unas horas de caminata y el joven estaba cansado.

¿Cuánto tiempo tenía desde la última vez que descansó?

Cuando lo pensó un poco se notaba que estaba algo confundido, habían sido unas horas atrás pero no estaba seguro si llamar descanso a la vez en que se desmayó a causa de Charlotte.

Actualmente estaba dentro del bosque mientras anhelaba una villa, se sentía triste porque sabía que no encontraría una en la cercanía.

Era un poco obvio, no habría ningún asentamiento humano cerca de un sitio tan siniestro como ese, era lo que Alzreic tenía en su cabeza, estaba convencido de eso.

Pero si Alzreic no conseguía llegar a ninguna villa tenía que planear dormir a la intemperie.

-Seguro es un pequeño bosque, lo atravesare y conseguiré llegar a alguna posada.

Alzreic caminó con seguridad y se adentró aún más al bosque.

El tiempo pasaba y no había indicios de que el bosque tuviera fin, la noche poco a poco se asomaba hasta que Alzreic no tuvo más remedio que subir a un árbol y dormir sobre él.

De esa forma terminó el día del joven que llego a un sitio desconocido con un motivo incierto.

Mientras que el día de Alzreic terminaba para otros apenas comenzaba.

Como era el caso de lo que estuvo al acecho de Alzreic cuando el sol se ocultó, el joven no lo había notado, pero todo el tiempo estuvo cerca de él, casi pisando su sombra, la figura que lo observaba parecía encantada de la situación que estaba siendo servida.

La figura se regocijaba entre las ramas, casi como si no pudiera esperar por más tiempo, con mucha agilidad la sombra se movió colocándose ahora arriba del joven que estaba plácidamente disfrutando de su descanso.

-Se ve muy saludable, al parecer será una buena cena.

Dijo la figura sobre Alzreic.

Sintiendo la presión sobre su cuerpo Alzreic reaccionó y despertó diciendo:

-¿Quién eres tú y que quieres de mí?

Dijo mientras ponía una pose de batalla y buscaba con cautela su espada, pero el joven nunca pensó en la posibilidad de que…

-¿Acaso buscas esto?

Dijo la figura mientras sostenía la espada de Alzreic, poniendo en evidencia que Alzreic no pensó en esa posibilidad.

La figura sobre Alzreic solo mostraba una aparente sonrisa, la oscuridad de la noche junto con el denso bosque no mostraba signos de su apariencia, por lo que Alzreic imagino que era un demonio o algo similar a las bestias que lo habían atacado, pero por su habladuría era una bestia inteligente.

-No te alarmes humano, lo que quiero es solo algo pequeño, no te hare daño, así que pacientemente entrégame tu vida.

Lost Kingdom Capitulo 1 Parte 2

Escrito por: Unknown
2/12/16
0 Comentarios

- Copyright © Korlx Bardiel - Blogger Templates - Powered by Blogger - Designed by Johanes Djogan -